Cómo puede afectar la calidad del aire interior el uso de una chimenea o estufa de leña

Los cambios de temperatura y las tormentas de nieve agradecen una noche acogedora cerca de la chimenea. Aunque el calor y el olor del fuego es relajante, puede que no se des cuenta de que la ingesta de humo de leña puede no ser buena para ti.

Más de 27 millones de hogares estadounidenses tienen una chimenea, y muchos de ellos queman madera. Según el Departamento de Servicios de Salud de Contra Costa (California), hasta el 70% del humo de las chimeneas rebota en los hogares cercanos. Las diminutas partículas del humo de la madera son tan pequeñas que ni siquiera las ventanas y puertas bien aseguradas pueden bloquear su entrada. Aunque no tengas una chimenea en tu casa, la calidad del aire interior puede verse afectada por las chimeneas de tu vecindario.

Las chimeneas y las estufas de leña liberan contaminantes en el aire que respiras. Estos contaminantes incluyen partículas de humo que podrían afectar la calidad del aire interior y afectar negativamente a aquellos con sensibilidad al asma y las alergias.

Teniendo en cuenta el potencial de los contaminantes nocivos liberados por las fuentes de calor, como las chimeneas, puede ser útil utilizar un purificador de aire con un monitor de calidad de aire independiente que mida la calidad del aire en la habitación.  Los purificadores de aire Leitz TruSens con un monitor remoto de calidad del aire SensorPod miden las partículas contaminantes en su habitación y el purificador responde a las condiciones cambiantes de la calidad del aire en consecuencia. Leitz TruSens incluye un filtro y esterilización UV para eliminar los contaminantes dañinos y proporcionar un aire más limpio.